CULTURA DE LA
EVALUACIÓN
Que es la
Educación
La educación
se define como:
·
El proceso multidireccional mediante el cual se
transmiten conocimientos, valores, costumbres
y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra,
pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
·
El proceso de vinculación y concientización culrural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de
generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
·
La educación se comparte entre las personas por medio
de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc. respetando siempre a los demás.
Ésta no siempre se da en el aula.
En una educación básica de buena
calidad el desarrollo de las competencias básicas y el logro de los
aprendizajes de los alumnos son los propósitos centrales, son las metas a las
cuales los profesores, la escuela y el sistema dirigen sus esfuerzos, ya que
permiten valorar los procesos personales de construcción individual de
conocimiento
Objetivos de la Educación
- Incentivar el proceso de estructuración del pensamiento, de la imaginación creadora, las formas de expresión personal y de comunicación verbal y gráfica.
- Favorecer el proceso de maduración de los niños en lo sensorio-motor, la manifestación lúdica y estética, la iniciación deportiva y artística, el crecimiento socio afectivo, y los valores éticos.
- Estimular hábitos de integración social, de convivencia grupal, de solidaridad y cooperación y de conservación del medio ambiente.
- Desarrollar la creatividad del individuo.
- Fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia.
·
Prevenir y atender las desigualdades físicas,
psíquicas y sociales originadas en diferencias de orden biológico, nutricional,
familiar y ambiental mediante programas especiales y acciones articuladas con
otras instituciones comunitarias.
La educación es un proceso de
socialización y endocultura de las personas a través del
cual se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades,
destrezas, técnicas de estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin
social (valores, moderación del diálogo-debate, jerarquía, trabajo en equipo,
regulación fisiológica, cuidado de la imagen, etc.).
La evaluación es un proceso que procura
determinar, de la manera más sistemática y objetiva posible, la pertinencia,
eficacia, eficiencia e impacto de las actividades formativas a la luz de los
objetivos específicos, constituye una herramienta administrativa de aprendizaje
y un proceso organizativo orientado a la acción para mejorar tanto las
actividades en marcha, como la planificación, programación y toma de decisiones
futuras.
Lo que no debe hacer la
evaluación es categorizar. La categorización del conocimiento impide reconocer
de manera efectiva el avance en el proceso de enseñanza-aprendizaje, al
enmarcar por episodios la capacidad intelectual del aprendiz. Tampoco debe
generalizar. Así como todo conocimiento es diferente, todo proceso que conlleva
a él es diferente de persona a persona, es decir, todos aprendemos de manera
diferente, no debemos generalizar, aunque sí establecer criterios. Tampoco es calificar: asignar a un número no
significa conocimiento, entonces, evaluar no es calificar.
La evaluación nos ayuda a medir los
conocimientos adquiridos, y nos proporciona información de los avances de los
mismos con la finalidad de conocer si se están cumpliendo o no los objetivos
propuestos.
Cada alumno es un ser único, lo que
muestra un elemento clave dentro del proceso de la evaluación: no evaluar nada
más por evaluar, sino para mejorar el aprendizaje y para la organización de las
tareas, entre otros aspectos metodológicos. Bajo la perspectiva educativa, la
evaluación debe adquirir una nueva dimensión, y de esa manera darle un sentido
de pertinencia a la enseñanza-aprendizaje.
La evaluación puede conceptualizarse
como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de
las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros
adquiridos en función de los objetivos propuestos. Y es éste para el docente el
perfeccionamiento de su razón de ser.
Por lo tanto si todos los docentes
nos percatáramos de la importancia que tiene para el alumno la evaluación, que
como se mencionó antes, es la valoración de la actitud del estudiante ante las
circunstancias que se presentan en su vida, el futuro de los jóvenes sería más
prometedor, ya que existen muchos educadores que dañan psicológicamente a los
alumnos con sus palabras o con sus actitudes, y esto repercute en su desarrollo
individual y social. Creo firmemente que nosotros los docentes tenemos mucho
que trabajar para que los jóvenes sean personas de éxito, ya que muchos de los
alumnos nos ven con respeto y admiración y somos nosotros quienes podemos
motivarlos para que se den cuenta que los principios, los valores y la actitud
les permitirá una vida exitosa y un desarrollo socialmente armónico.
BIBLIOGRAFIA
http://educacion.idoneos.com/index.php/363731
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